Tulio Ramírez. POLITIKAUCAB EN NOVIEMBRE 29, 2024
Pensar cómo será o debe ser la universidad del futuro, supone un ejercicio que puede tener dos puntos de partida. El primero, desde el seguimiento a los adelantos y tendencias que se han venido desarrollando en el mundo universitario desde hace unos años; y, el otro, la creación de futuros escenarios con la sola ayuda de la imaginación. Cualquiera sea el camino escogido no hay duda de que esa institución milenaria sufrirá cambios importantes en un futuro muy cercano.
Más allá del dibujo libre y la creatividad, es necesario darle un piso de realidad a cualquier propuesta de organización universitaria acorde a los nuevos tiempos. Por supuesto, la imaginación juega un papel importante, pero, entre académicos, la construcción de las hipótesis más imaginativas debe estar acompañada de certezas empíricas, lógicas o plausibles.
Como producto del avasallante y disruptivo adelanto tecnológico, la universidad se verá en la obligación de replantear su tradicional formato organizativo, pedagógico y epistemológico. Los cambios tecnológicos están prefigurando una sociedad con nuevas y variadas exigencias y las universidades deben responder a ellas, so pena de quedar encapsuladas en el pasado.