Candidatura y liderazgo

Candidatura y liderazgo

Tulio Ramírez Marzo de 2024

Acabo de leer el más reciente artículo del padre Luís Ugalde, sobre las elecciones presidenciales previstas para el 28 de julio. El artículo en cuestión tiene como título “La transición política que necesitamos”. Es muy probable que para el momento en que sea publicada esta contribución, el artículo de Ugalde haya sido objeto de múltiples comentarios  por los más sesudos analistas de la política criolla.

El padre Ugalde siempre se ha caracterizado por su sensatez y sindéresis al analizar la situación venezolana. No es estridente,  ni  excava trincheras argumentativas para evitar el paso de las argumentaciones contrarias. Su interés tiende más hacia la búsqueda de salidas que a la destrucción de posibilidades. Es una pluma orientadora, no siempre complaciente con opiniones que circunstancialmente puedan ser mayoritarias. Esto lo hace un analista alejado de pasiones y con mirada imparcial.

Con esta óptica hemos leído el artículo en cuestión. A nuestro entender, tres ideas-fuerza son las que estructuran el escrito; la primera, no siempre las transiciones de las Dictaduras a la Democracia se han decidido por la vía de la violencia; la segunda, Venezuela necesita con urgencia un cambio de conducción política; y, la tercera, a María Corina Machado el pueblo le dio un mandato no solo para que fuera candidata sino para que liderara la oposición.

Sobre la primera idea, la historia ha dado muchos ejemplos de transiciones no violentas y exitosas hacia la democracia. Sobre eso no abundaré ya que tanto John Magdaleno como Benigno Alarcón, han pregonado hasta el cansancio sobre la estabilidad en el tiempo de las democracias producto de transiciones no violentas. Más bien daré el argumento contrario. Los países donde las transiciones políticas han sido violentas, han devenido en países con mucha inestabilidad política o en francos autoritarismos que no se distancian mucho de lo dejado atrás.

El caso de Sudán y Libia en África son ejemplos de transiciones violentas. El primero, después de una cruenta Guerra Civil hizo una transición a la democracia en 2019,  pero no ha encontrado la estabilidad política deseada. Libia, por su parte, no ha encontrado la paz después de la caída violenta de Mohamed Gadafi.

En el Medio Oriente, Irak y Yemen, luego de transiciones violentas a la democracia, no se ha conseguido el camino de la estabilidad política. La guerra fratricida entre bandos internos los ha convertido prácticamente en Estados fallidos. En América Latina, los casos de Nicaragua y Honduras son elocuentes por la debilidad institucional para enfrentar los fraudes electorales, la corrupción y la despiadada persecución a la oposición política. El caso de Cuba es sui generis, inmediatamente del triunfo de la lucha armada, la promesa de instaurar la democracia se desvaneció por la vocación militarista y totalitaria del bando vencedor. Resultó tan malo el remedio como la enfermedad

Sobre la segunda idea-fuerza identificada en el escrito, pareciera no haber en la oposición criolla mayores diferencias. Para todos los sectores es necesario un cambio político. La certeza de que el modelo vigente no sacará al país de la ruina y estancamiento, es compartido. Quizás la discrepancia ha estado centrada en cómo y con quién lograrlo.

En los últimos años se han planteado estrategias encontradas que han ido desde la abstención como forma de deslegitimación hasta la participación electoral sin cortapisas, pasando por posiciones extremas de grupos minoritarios sin mucha audiencia en la población. Hoy, sin embargo, como producto de la experiencia y los fracasos, la mayoría ha decidido que la vía electoral es la más expedita, a pesar de no contar con las condiciones electorales más equitativas.

Sobre la tercera idea-fuerza en cuanto al mandato dado a María Corina Machado, Ugalde, en un dejo de realismo político reconoce que el mandato recibido la compromete en un doble sentido, como candidata y como líder del cambio en Venezuela. Cómo candidata está obligada a luchar por su opción, pero cómo líder, debe analizar escenarios para tomar las decisiones que orienten a la oposición que la respalda y que más favorezcan al deseado cambio.

Dice Ugalde, “Ella, (refiriéndose a MCM), no puede renunciar a la candidatura, ni puede dejar a los demócratas sin alternativa electoral para derrotar a Maduro. Hay que luchar para que sea candidata a la elección presidencial, o en caso extremo ponga en las votaciones el peso de su liderazgo con otra candidatura suya y nuestra, capaz y abierta para sumar fuerzas para la transición y la recuperación nacional”.

Este es un mensaje claro. Si las circunstancias le impiden actuar como candidata, no debe echarse a un lado ni llamar a la abstención mil veces fracasada, sino actuar como líder que interpreta las angustias del colectivo, para lograr los consensos necesarios en torno a una alternativa electoral que represente lo que ella ha representado para sus millones de seguidores. Debe colocar el oído en la hierba.

 

ARTÍCULOS RELACIONADOS

Un problema sin resolver: la generación de relevo docente

Un problema sin resolver: la generación de relevo docente

Polítika UCAB. Tulio Ramírez 07.11.24 A falta de cifras oficiales algunas organizaciones gremiales como la Federación Venezolana de Maestros (FVM), ha señalado que el déficit de docentes en inicial, primaria y secundaria es de aproximadamente un 60%, lo que...

leer más
Abrir chat
1
Escanea el código
👋¡Bienvenida/o a Postgrado UCAB!
¿Cómo podemos ayudarte?